Muchos conocen a Pato Lange por su carácter multifacético: músico, guitarrista de otros artistas, editor de revistas de moda internacional, periodista de Rolling Stone, productor de radio, moda o director en su galería de arte. “Mi expresión tiene que ver con una necesidad incluso más que con un deseo y no encuentra un solo canal, sino varios”, dijo Lange a Télam en enero pasado. “Para mí todo es parte de una sola cosa.”

Ahora es una colección de diez canciones que atraviesa distintos géneros.
“Hace tiempo vengo repreguntándome cuál es el rol del rock”, dice Lange. “El rock que yo amo, el de Chuck Berry, Los Beatles, Los Stones o Almendra, era un rock revolucionario. Tenía impacto real en todas las industrias circundantes: en la moda, en el arte del video clip, en las técnicas de grabación, en los soportes físicos, en el uso del idioma, corría los límites de duración de un tema en la radio, incluso afectaba a la economía de sus países -quizás más en el caso de los Beatles-. Y siento que ese rol revolucionario fue ocupado por la tecnología, que ha transformado todas las estructuras de consumo cultural, del entretenimiento, la comunicación, la difusión y la economía. Ante esa incertidumbre elijo la canción, ese formato de música y letra tan antiguo, y a la vez tan atemporal. La alquimia entre una buena melodía y una buena letra trasciende los límites formales del sonido, la producción y las modas de una época. Por eso creo que la canción como formato todavía tiene mucho para dar.”